Mi meta siempre es darle un valor agregado a mis clientes que sus clientes puedan apreciar


Mi nombre es
Luis Armando Arreaza
El establecimiento de buenas relaciones con los clientes requiere más que la elaboración de un buen producto o servicio, la asignación de un precio atractivo y de ponerlo a la disposición de los clientes meta.
Las compañías también deben comunicar su propuesta de valor a los clientes, y ese mensaje no debe dejarse al azar. Todas las comunicaciones deben planearse y combinarse en programas integrados de forma cuidadosa.

Diseñando desde 1994
Mi pasión por la comunicación visual va más allá de lo que aprendí en la universidad. Con apenas una docena de años, una Olivetti 486mhz con Windows 3.1 y Corel Draw, me pasaba horas recreando empaques de productos, anuncios de revistas y logotipos, al mismo tiempo que iba diseñando mis propias obras. Antes de eso, veía a mis padres diseñando piezas para su agencia de publicidad como en la vieja usanza: con cartulinas, marcadores, tijeras, lápices y pegamento. También hubo un tiempo en el que la creación de mensajes publicitarios para radio era la sobremesa de mis almuerzos familiares.
Basamento teórico
Muchos esperaban que estudiara para ser diseñador gráfico, pero en mi corazón siempre supe que mi vocación era integrar los campos de la comunicación en pro de explotar mi creatividad al máximo. Investigando descubrí que el camino era graduarme como Comunicador Social Corporativo, carrera en la que aprendí publicidad, marketing, identidad corporativa, relaciones públicas, comunicaciones integradas, planificación de medios y más. Y por si no hubiera aprendido bastante de marketing, al tener mi título de licenciado, seguí adelante y cursé un diplomado en Marketing y Ventas en la Universidad Metropolitana. Además de cursos, talleres y congresos en el área de la comunicación corporativa y comunicación visual a los que he asistido.
Experiencia laboral
Siempre soñé con ser consultor, pero sabía que para ayudar a otros, primero debía aprender trabajando en varias empresas, en varios ramos de la comunicación, en varios tipos de industrias. Era necesario que pusiera en práctica toda la teoría y habilidades que había adquirido en la vida, para convertirlas en aptitudes y herramientas que me permitieran la resolución de problemas comunicacionales de cualquier tipo de organización. Entre otros, creo que uno de los valores que más desarrollé fue la empatía.